miércoles, 10 de abril de 2013

Cuba se lleva a la prensa de «visita guiada» por cárceles escogidas

Cuba se lleva a la prensa de «visita guiada» por cárceles escogidas
Abc.es abc_es / madrid
Día 10/04/2013 - 13.57h

El régimen castrista enseña por primera vez en 9 años algunos de los
penales en los que cumplen condena 57.300 presos
afp

A tres semanas de que Cuba presente un informe con notas sobre su
política penitenciaria ante el Consejo de Derechos Humanos que se
celebrará en Suiza el 1 de mayo, el régimen castrista abrió ayer sus
cárceles a la prensa cubana e internacional por primera vez en nueve años.

Periodistas extranjeros y cubanos visitaron entre otras la cárcel del
Combinado del Este, uno de los cinco penales de máxima seguridad de la
isla y la mayor cárcel del país, con una población reclusa de unos 3.000
presos. [Fotogalería: Así es la cárcel del Combinado del Este mostrada a
la prensa]

Funcionarios del Ministerio del Interior cubano acompañaron a los
periodistas en su visita a dependencias del Combinado del Este como una
galería de celdas, el Hospital Nacional de Reclusos, los pabellones para
los encuentros conyugales de los presos o las zonas de encuentro de los
internos con sus familiares.

Frente a las críticas que las cárceles cubanas reciben sistemáticamente
de organismos internacionales de derechos humanos, los responsables del
centro defendieron que el sistema penitenciario de la isla se basa en
«principios humanísticos» y que es prioritaria la reinserción social de
los reclusos mediante el trabajo, los programas educativos y la
capacitación laboral, según señaló Efe, que participó en la visita.

El director del Combinado del Este, teniente coronel Roelis Osorio,
afirmó que un 83,4% de los presos cubanos que cumplen su condena logran
reinsertarse en la sociedad y solo un 9% reincide.

Según sus datos, un 47,2% de los presos en Cuba realiza algún tipo de
trabajo remunerado de acuerdo a las tarifas salariales del país; un
52,1% recibe instrucción educativa y un 53,2% participa en talleres para
capacitarse en un oficio. La participación en esos programas, así como
la buena conducta, permite además la reducción de las severas y largas
condenas que contempla el sistema penal cubano.

Los responsables del Combinado del Este aseguran que en este centro no
existen problemas de hacinamiento, los índices de violencia son muy
bajos y la alimentación «está en correspondencia con las kilocalorías
que debe recibir una persona».

En cuanto a la asistencia médica afirmaron que está garantizada para
todos los reclusos del país y que hay un médico para cada 150 internos,
una proporción menor al del sistema general de la salud pública de la
isla. El Hospital Nacional de Internos ubicado en este centro tiene 200
camas, tres salas de operaciones y unidad de terapia intensiva así como
protocolos específicos en el control de enfermedades como el Sida, la
tuberculosis y de situaciones como las huelgas de hambre, una forma de
protesta frecuente en las cárceles del país.

Varios presos con los que conversó Efe a lo largo del recorrido
admitieron que la vida en prisión «es dura», aunque no tanto por las
condiciones del penal como por la severidad de las condenas. «La vida en
la prisión es muy estricta», asegura Eduardo G. Sánchez, de 44 años,
sentenciado a doce años de cárcel por malversación de fondos en una
empresa estatal y que, tras tres años y medio recluido, ha logrado
rebajar su pena al insertarse en programas de capacitación laboral.

Otros se quejan de que su reclusión es injusta como Yoani Jorge Miranda,
a la espera de juicio por un supuesto delito de tráfico de drogas y que
comparte con otros dos presos una celda de 2,5 por cuatro metros donde
hay una litera con tres jergones.

Sus declaraciones contrastan con las recogidas por periodistas
independientes cubanos, como Dania Virgen García, que en su blog se
hacía eco hace apenas un año de las denuncias del recluso Vicente
Rodríguez Hernández sobre las condiciones infrahumanas de uno de los
edificios del Combinado del Este. «Todos los pisos se hallan en malas
condiciones, las ratas deambulan por los pasillos y los abarrotados
destacamentos y debido a las filtraciones en todos los techos, los
techos de las compañías están cubiertos de nylon para protegerse».

En estos edificios, añadía Rodríguez Hernández, «se encuentran presos
varios enfermos mentales sin medicamentos y sin ser examinados por
especialistas, que son continuamente maltratados por los funcionarios de
orden interior».

Nada de esto vieron los periodistas que visitaron el Combinado del Este,
a los que también enseñaron los funcionarios cubanos el Centro de
Trabajo y Estudio La Lima, un establecimiento penitenciario de régimen
abierto como paso previo a la libertad condicional. Otro grupo recorrió
la cárcel de mujeres de Guatao y el centro de jóvenes San Francisco de
Paula.

«El gobierno de #Cuba organiza una «visita guiada» de periodistas
oficiales por cárceles, elegidas previamente por el propio gobierno»,
denunció en Twitter la bloguera Yoani Sánchez.

La población penitenciaria en Cuba es de unos 57.300 presos, de acuerdo
con datos oficiales divulgados en 2012. En la isla hay cinco prisiones
de máxima seguridad y otros 195 establecimientos penitenciarios, de los
que 40 son en régimen cerrado.

http://www.abc.es/internacional/20130410/abci-cuba-lleva-prensa-visita-201304100835.html

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