miércoles, 10 de abril de 2013

El régimen niega que sus cárceles estén 'cerradas' a organismos internacionales

El régimen niega que sus cárceles estén 'cerradas' a organismos
internacionales
Agencias | La Habana | 10 Abr 2013 - 11:41 am.

Pero aclara que decide quién puede visitarlas. Lleva a la prensa a un
recorrido por el Combinado del Este, la Prisión de Mujeres del Guatao y
un penal para jóvenes.

Un alto jefe militar dijo este martes que el régimen está dispuesto a
abrir sus cárceles a organismos internacionales de derechos humanos y la
Cruz Roja para que verifiquen el tratamiento dado a los presos del país,
informa Reuters. No obstante, advirtió que el Gobierno elegirá quién
puede visitarlas.

La Habana ha rechazado durante décadas que organismos como Amnistía
Internacional y Cruz Roja entren a sus prisiones, una crítica frecuente
de grupos y activistas de derechos humanos. Pero el coronel Osmani
Leyva, segundo jefe de la dirección de prisiones en la Isla, negó este
martes que el sistema penitenciario cubano esté "cerrado al mundo".

"Una muestra de ello es que ustedes están aquí con nosotros, y nosotros
hemos abierto nuestras prisiones", dijo Leyva a periodistas oficialistas
y de medios extranjeros acreditados en Cuba que este martes realizaron
un recorrido guiado por el Combinado del Este, la Prisión de Mujeres del
Guatao y el centro de jóvenes San Francisco de Paula, en la capital.

Los centros fueron seleccionadas por el Gobierno.

"No hay limitación para que la Cruz Roja Internacional nos visite",
aseguró Leyva en la cárcel del Guatao, la mayor prisión de mujeres de
Cuba, con capacidad para unas 500 reclusas. Pero dejó claro que "el
Estado cubano es quien decide quién visita las prisiones".

El recorrido por las cárceles cubanas, el primero para la prensa en casi
una década, se produce tres semanas antes de que La Habana se someta al
Examen Periódico Universal del Consejo de Derechos Humanos de Naciones
Unidas.

Al parecer, en algunos casos tuvo el efecto que el régimen deseaba.
"Tiene palmeras, campos deportivos, comedores y sol casi todo el año,
pero no es un resort en una playa del Caribe, sino la mayor cárcel de
Cuba, el Combinado del Este", describió la AFP.

El anterior recorrido, también por instalaciones elegidas por las
autoridades, se realizó en 2004, cuando La Habana intentaba evitar una
condena en la antigua Comisión de Derechos Humanos. El Gobierno impidió
entonces a la prensa hablar con presos políticos como los integrantes
del Grupo de los 75, condenados un año antes a penas de hasta 28 años.

Las "apacibles" cárceles cubanas

En la visita de este martes las autoridades carcelarias presentaron a la
prensa las instalaciones de la Isla como sitios apacibles, que nada
tienen que ver con las duras críticas y denuncias sistemáticas de reos y
familiares.

Según EFE, en el Combinado del Este —uno de los cinco penales de máxima
seguridad de la Isla, y la mayor cárcel del país, con una población
reclusa de unos 3.000 presos— los periodistas visitaron, acompañados por
funcionarios del Ministerio del Interior, dependencias como una galería
de celdas, el Hospital Nacional de Reclusos, los pabellones para los
encuentros conyugales y las zonas de encuentro de los internos con sus
familiares.

Los responsables del centro defendieron que el sistema penitenciario de
la Isla se basa en "principios humanísticos" y que es prioritaria la
reinserción social de los reclusos mediante el trabajo, los programas
educativos y la capacitación laboral.

El director del Combinado del Este, teniente coronel Roelis Osorio,
afirmó que un 83,4 por ciento de los presos cubanos que cumplen su
condena logran reinsertarse en la sociedad y solo un nueve por ciento
reincide.

Según sus datos, un 47,2 por ciento de los presos en Cuba realiza algún
tipo de trabajo remunerado de acuerdo a las tarifas salariales del país;
un 52,1 por ciento recibe instrucción educativa y un 53,2 por ciento
participa en talleres para capacitarse en un oficio.

Los responsables del Combinado del Este negaron que en ese centro
existan problemas de hacinamiento, dijeron que los índices de violencia
son muy bajos y que la alimentación "está en correspondencia con las
kilocalorías que debe recibir una persona".

En cuanto a la asistencia médica, aseguraron que está garantizada para
todos los reclusos del país y que hay un médico para cada 150 internos.

El Hospital Nacional de Internos, ubicado en ese centro, tiene 200
camas, tres salas de operaciones y unidad de terapia intensiva así como
protocolos específicos en el control de enfermedades como el Sida, la
tuberculosis y de situaciones como las huelgas de hambre, indicó EFE.

La agencia señaló que reos con los cuales se le permitió hablar dijeron
que la vida en prisión "es dura", aunque no tanto por las condiciones
del penal como por la severidad de las condenas.

"La vida en la prisión es muy estricta", dijo Eduardo G. Sánchez, de 44
años, sentenciado a 12 años de cárcel por malversación de fondos.

Otros se quejaron de que su reclusión es injusta, como Yoani Jorge
Miranda, a la espera de juicio por un supuesto delito de tráfico de
drogas y que comparte con otros dos presos una celda de 2,5 por cuatro
metros donde hay una litera con tres jergones.

"Aquí, gracias a Dios, hasta ahora nunca ha habido conflicto, entre los
compañeros (presos) nos llevamos muy bien", afirmó por su parte Iván
Jiménez, de 38 años, quien lleva cuatro meses esperando juicio y está
acusado de "receptación" por haber comprado un refrigerador en el
mercado negro, reportó la AFP.

"Todo el mundo se lleva bien aquí, como familia", declaró Fernando
Moncada, de 47 años, que es peluquero en esta cárcel.

La AFP describió "verdes campos deportivos" y dijo que las celdas, unas
para 15 reos y otras para tres, poseen ducha y retrete, y tienen agua
solo tres veces al día, por la mañana, al mediodía y por la noche, según
los presos.

Ni sida ni violencia

El teniente coronel Roelis Osorio negó que se produzcan violaciones
sexuales entre reclusos. "En nuestro sistema penitenciario hace años que
eso no existe. Yo diría más de 30 años", dijo el oficial.

El jefe de sanidad penitenciaria, Kervin Morales, dijo que las
agresiones con arma blanca son escasas. "Casi no tenemos urgencias" y no
hay contagios de VIH, dijo.

Sin embargo, admitió que cada cierto tiempo hay huelgas de hambre. "Casi
todas son por un beneficio que busca el interno. Existe un protocolo de
actuación (...) pues se trata de que en los primeros cinco días"
abandone el ayuno, dijo Morales.

Los "protocolos" incluyen el aislamiento, aunque familiares de presos
han denunciado también represalias como la negación del agua y la
asistencia médica.

Las huelgas de hambre son tema sensible para el régimen, tras la muerte
de los presos políticos Orlando Zapata y Wilman Villar, que desataron
condenas internacionales.

Las visitas que organizó el gobierno en 2004 incluyeron también el
Combinado del Este. En aquella ocasión las autoridades llevaron además a
la prensa a la Prisión de Mujeres de Occidente, conocida como Manto Negro.

El régimen no ha llevado, sin embargo, a los periodistas a prisiones del
interior de la Isla de las cuales suelen salir las más graves denuncias.

Según cifras oficiales publicadas en 2012, Cuba, con una población de
unos 11,2 millones de habitantes, tiene unos 57.337 presos. Pero
organizaciones como la opositora Comisión Cubana de Derechos Humanos y
Reconciliación Nacional aseguran que la cifra real está entre 70.000 y
80.000.

Teniendo en cuenta los datos oficiales, la publicación digital Esglobal
señaló en un reporte reciente que en Cuba hay 510 presos por cada
100.000 habitantes, una de las tasas más altas del mundo.

El Gobierno dice que en la Isla existen cinco prisiones de máxima
seguridad y otros 195 establecimientos penitenciarios, de los que 40 son
en régimen cerrado.

Los presos y sus familiares suelen denunciar pésimas condiciones
higiénicas y de alimentación, hacinamiento, negativa de asistencia
médica y religiosa como forma de castigo, golpizas y otros abusos,
además de muertes no aclaradas.

http://www.diariodecuba.com/derechos-humanos/1365586904_2699.html

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